Me fui adentrando
en el tumulto de gente que había en el lugar y a lo lejos pude divisarlo.
Estaba él allí
parado, con una pierna en el suelo y la otra recostada en la pared, sus manos
en los bolsillos de su pantalón y una camiseta a cuadros; que por cierto, lo
hacía ver muy guapo.
Su semblante hacía
notar lo relajado que él estaba en ese momento.
Nerviosa me acerqué
y le dije “Hola”, la alegría de mi corazón por su presencia se hizo notar al
reflejar en mí múltiples sonrisas y es que no puedo dejar de sonreír cuando a
mi lado está.
Su mirada
guardaba un secreto, uno que no quiere compartir.
Se detuvo, toco su
pecho y dijo “siento que te conozco de algún otro lugar” No pude revelar que
ello vengo sintiendo yo desde la primera vez que oí su voz. A nuestro destino
llegamos, “mi hogar”, y con mi hermano vigilante, en el sofá nos encontramos.
Empezamos
a charlar de cosas vagas que en nosotros se hacen importantes.
Es tan tierna su
curiosidad por el universo y todos los misterios que hay en él y muy gracioso a
su vez escucharlo decir tocando su barbilla “muuuuy interesante”.
Fuimos a mi azotea,
estando allí me pidió que lo abrazara y, cogiéndonos las manos, fuegos
artificiales iluminaron el oscuro cielo, su expresión fue “mira, el universo
celebra nuestro abrazo”.
No pude controlar
mi cuerpo, se acercó más a él y sin que yo pudiera evitarlo un beso le di.
Pude darme cuenta
de que el universo se detiene cuando nuestros mundos se unen para hacer Amor.
Genial Mayra me gustó !
ResponderEliminarGracias alessandro :)
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