lunes, 22 de abril de 2013

" Ella "

Entreabrí mis ojos dejando entrar los rayos del sol, ese sol que me acompañaba todas las mañanas y poco a poco me despertaba, podía oír un canto singular, fui diferenciándolo, era ella la mujer que me había dado la vida, gracias a ella soy lo que soy.
Su hermosura cautiva miradas y deja perpleja a la misma naturaleza, las rosas la envidian.
Me fui acercando a la cocina y sus cantos se hacían más fuertes y la mañana más hermosa, estaba allí, ella posada en la cocina dándonos amor con sus manos, me acerqué y un beso le di, su mirada tierna hizo que mi ser se estremeciera y le recordé que ella es el amor hecha mujer.
Mis ojos la verían toda la eternidad y ellos nunca cesarían de admirarla por eso sé que Dios la escogió para que sea ella la dueña de mi vida, mi madre.




" Reflejos del Miedo "

Habíamos planeado ya hace mucho tiempo entrar en la casa matusita y tratábamos de prepararnos con angustia para adentrarnos en ella. María entró, ingresó primero y podía ver en su andar que la idea no le gustaba del todo, en sus ojos podía ver lo que su alma me quería decir, de vez en cuando apretaba sus labios para que sus gritos no pudieran escapar, aunque pusiera todas sus fuerzas en ello. Después de muchos minutos de angustia escuchamos algo dentro de la casa y su ser no pudo callar más, soltó un grito desesperado, su cuerpo empezó a temblar, sus pupilas se dilataron, el sudor de su frente poco a poco se hacía notar y fue allí! oh Dios allí! cuando me di cuenta de que entrar había sido una terrible idea de la cual era imposible escapar .